jueves, 14 de junio de 2007

Los 4 principales

¿Cómo diferenciar aquello de lo que obtenemos placer efímero, de lo que proporciona una sensación trascendental, placer real?
La verdad, no pretendo responder a esa pregunta de una forma concreta, apelando a alguna receta o similar, solo quiero tratar de poner en orden las ideas que tengo de lo que vale la pena para mí, perseguir en la vida:

1) Tarjeta de crédito: Te dejas convencer que las deudas son necesarias, pues “¿Acaso hay alguna otra forma de conseguir las cosas?”

2) Carro: Gran medidor de éxito en occidente, así como es tu carro, te juzgarán tus “amigos”. Uno de los mayores espejismos con que nos encontramos actualmente.

3) Apartamento o casa: Una vez te das cuenta que el carro se volvió “un mal necesario”, te ilusionas con la idea de que un apartamento o casa, te dará seguridad, estabilidad, sensación tan anhelada por todos nosotros.

4) Finca: El ritmo de vida agitado que te generan los ítems anteriores (especialmente si los debes), demandan algo de “paz”, lo que, según conversaciones con tus amigos se consigue en una “finquita” en la que “te desconectas” los fines de semana. Tras años constantes sinsabores y sin lograr alguno de los cometidos, llegas a la conclusión de que la finca trae dos (2) momentos felices: Cuando se compra y cuando se vende.


Podríamos decir que de estos cuatro ítems esenciales, sacamos grandes enseñanzas para la vida, que nos evitarán perseguir fuegos fatuos, pero no, seguimos dándonos de golpes, pues al no obtener satisfacción real de ninguno de ellos, creemos que es culpa del cupo, si es la tarjeta de crédito; el modelo, en el caso del carro; del tamaño si creemos que es culpa del apartamento o la casa; o el clima y la distancia si es “la finquita”. Ahí si viene el punto: Si permitimos que estos estándares determinen nuestro estado emocional, NUNCA seremos felices, es así de simple.

Para terminar quiero dejar la pregunta abierta: ¿Qué, sino "los 4 principales”, le dan real sentido a la vida?, ¿Qué es lo que nada, ni el tiempo, ni el clima, ni la inflación pueden corroer?

2 comentarios:

Galo dijo...

Muy buen post. La tarjeta de crédito, el carro, el apartamento y la finca son herramientas, son útiles. Pretender que nos den felicidad es como pretender que nos la dé un martillo o un destornillador. No voy a decir que una tarjeta de crédito no sea útil bien manejada, que un carro para muchos significa ahorro de tiempo y dinero, que un apartamento nos da estabilidad y que como negocio puede ser muy rentable y que en una finca uno puede descansar (aunque eso es cierto sólo cuando la finca es ajena), pero la felicidad no depende de eso. Saludos.

tu.politóloga.favorita dijo...

Tristemente creo que todo puede ser corrompido. Quizá la voluntad permanezca intacta un poquito más de tiempo
saludos!