lunes, 29 de enero de 2007

Más es mejor

En Antioquia, entre muchas otras cosas, somos reconocidos por pertenecer, ahora menos que antes, a familias numerosas, situación que día a día cambia con las costumbres y por la transformación de los valores que viven nuestras sociedades, modernas-occidentales.

Dada la situación actual de la mujer en que viene ganado posiciones en la sociedad productiva, se hace con los días más evidente el hecho de que las mujeres no aspiran a tener una familia numerosa, situación supuesta, que les haría perder privilegios ganados apenas hasta hace poco en la historia.

Según este pensamiento, mas de un hijo se volvería una carga económica difícil de llevar, además de reducir los beneficios que cada uno de ellos podría gozar, si no tuvieran mas hermanos.

La vida propia de la mujer actual, demanda ya una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, por lo que imaginar invertirlos en un hijo o más, sería renunciar a vivir en una sociedad civilizada.

Los valores de la sociedad actual incluye entre sus estándares, la apariencia física, que la mujer tiende a perder entre mas embarazos estén en su haber.

Ahora bien, todo lo anterior parece a vuelo de pluma, razonable, pues ¿quien quiere perderse de todo lo "bueno" que occidente y el presente siglo ofrece?

Habría que estar loco para pensar que mi hijo no asista a clases de piano, alemán, tenga todo un equipamiento tecnológico en su habitación, así como los últimos videojuegos existentes, y los mas variados artículos deportivos, disponibles para el solo, las 24 horas del día

Ni hablar de perder la oportunidad de irse al extranjero a estudiar sus postgrados, y mantenerse a la moda, para poder estar incluido en su circulo de amigos

Así, cuando el se queje de su soledad, se le pueda argumentar

que todo se hizo por él, que gracias a esa soledad, el puede gozar de todo lo que tiene.

Que no importa que no tenga con quien compartir todo lo que tiene, siempre que lo tenga, esa es la inversión de valores, eso es lo que cree la sociedad actual que es lo bueno, total, ella es muy moderna.

Tuve el privilegio de criarme en un hogar de clase media, nunca faltó nada, D-os nos ha dado lo que hemos necesitado, sobre todo, amor y mucha compañía.

Las ventajas de una familia numerosa son incalculables, pues si bien se pueden enumerar unas cuantas, cada una de ellas, tiene un valor propio, que toda la comodidad del mundo no podría equiparar.

Solo existo, y me desarrollo, en la medida que doy.

Las probabilidades de que una persona que crece en medio de mas hermanos, posea cualidades que le permitan socializar mejor, son mucho mas altas, pues desde el principio, tengo que aprender a convivir con los demás en armonía, esto es un proceso largo, que se da con los años, y el carecer de estas habilidades, deriva en problemas tales como la cifra actual de 50% de divorcios (eso sin contar los que se quedan viviendo una vida miserable en pareja).

Mas personas, fuerzan a la austeridad, lo que permite aprender a darle valor a las cosas, también le permiten a los padres, desarrollar su máximo potencial para criar y mantener a sus hijos a vez que enseña el valor de la solidaridad.

Cuando hay alegrías, se disfrutan mas, y cuando hay tristezas, se mitigan por el calor de la compañía.

Además, las responsabilidades se aprenden desde el hogar, pues la responsabilidad de cuidar a sus hijos, la verían las madres compartida, con los hijos mayores que cuidan a los más pequeños, lo que da mayor madurez a temprana edad y reduce considerablemente la carga para las madres.

Por otro lado, la curva poblacional en nuestros países nos muestra que las personas más educadas, son las que menos numero de hijos tienen, cifra opuesta a las familias de más escasos recursos materiales e intelectuales, lo que me sugiere una pregunta abierta:

¿De que se están llenando nuestras sociedades?

La respuesta es obvia, de personas pobres y sin educación, lo que se podría remediar, alentando a las familias educadas a tener mas hijos, pues con esas personas quedara poblado el país.

La necesidad de influir es inherente al ser humano, pues que mejor oportunidad para hacerlo que a través de su propia descendencia.

Analicemos bien, y no nos dejemos engañar por nosotros mismos y nuestra supuesta necesidad de comodidad, pues esta misma nos puede estar llevando a desaparecer irremediablemente.

1 comentario:

Galo dijo...

Interesante reflexión, aunque no la comparto del todo. En estos casos no existe una norma única, cada caso es particular. La decisión respecto al número de hijos depende no solamente de la situación económica sino que también depende de factores sociales, culturales y de la personalidad de los padres. Por ejemplo, una persona egoísta no debe tener hijos por más dinero que tenga, mientras que una familia de clase media con valores como el trabajo, la austeridad y el sacrificio son aptos para tener una familia numerosa. Considero que es mejor para una familia actual tener pocos hijos dadas las circunstancias económicas, sociales e incluso ecológicas (sería mejor adoptar que traer más personas al mundo). Respecto a la austeridad, ésta se enseña o no a un hijo o a veinte Saludos.