Dicen , que el desarrollo de una sociedad se mide por la forma en que trata a sus ancianos, nada más verdadero.
La naturaleza está creada de una forma tal que requiramos interdependencia para realizarnos como personas y llevar a cabo nuestra misión como humanos.
Una persona es sabia, por el mero hecho de haber vivido, es decir, no importa quien haya sido alguien, si es entrado en años, debe tener algo interesante para compartir, los viejos son la sabiduría del tiempo, condensada en cuerpos frágiles.
Por otra parte está la lozanía de la juventud, fuerza, brillo, ganas, poder en potencia, pero adolescente en sabiduría, lleno de ingenuidad, brios mal canalizados, naturalmente, por la falta del tino que solo dan los años,
oh!, acabamos de hacer un descubrimiento,
¿que tal si armamos un ser, con el físico de un muchacho de 20 y le ponemos el cerebro de un anciano de 90?, no por favor,el solo hecho me abruma!, estaríamos en los albores de una sociedad suprema en la que estariamos uniendonos, buscando fines comunes, es mucho pedir,
Ya dejando de soñar, pensemos en todo lo que tienen los ancianos para compartir, honrarlos es una obligación, ponerlos en un lugar privilegiado es mas que caridad, es actuar con inteligencia, pues el viejo está provisto de un gran disco duro capaz de sortear toda una vida de retos, de preguntas.
Cuidar nuestros viejos es cuidarnos a nosotros mismos, dejémos de pensar que les estamos ayudando, lo que estamos haciendo es preservándonos a nosotros mismos, y brindándonos la oportunidad de vivir una vida plena , con la fuerza de la juventud, y la sapiencia de los años.
viernes, 21 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Yo estoy parcialmente de acuerdo, es decir, ser viejo te proporciona una gran sabiduría pero no necesariamente te hace una persona ética y de buenos valores. Si todos fueramos viejos en espiritu y jovenes en cuerpo no se podría garantizar que el mundo sería supremo que sería moralmente aceptable.
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