domingo, 2 de diciembre de 2007

No hay pólvora inofensiva

Observo, con desilusión, como el ser humano, no ha podido ser más inteligente que un perro, que por grande y feroz, al sentir el estallido de la pólvora, corre a guarecerse bajo una cama, huyendo del peligro.

1 comentario:

Galo dijo...

Todos los años es lo mismo, parece que nadie se enterara de los peligros de manipular pólvora. Todos los años los hospitales se ven a gatas para atender a tanto quemado o intoxicado con pólvora. Lo peor es que en La Estrella decidieron permitir la fabricación y venta de pólvora, favoreciendo a unas pocas familias que podrían cambiar de vocación (por ejemplo eleborar juegos pirotécnicos para ser manipulados por profesionales) y perjudicando a toda una ciudad-región. Saludos.