En preguntas existenciales, podrían haber muchas respuestas, y entre ellas, yo creo que acordamos en una:
Básicamente, tenemos vida, es de lo más preciado, sino lo más, en la existencia física. Podríamos afirmar que es una de las premisas con las que contamos. Todo debiera rondar en mantener y en multiplicar este fundamento, sino ¿Qué otra cosa estamos preservando? ¿la plata? ¿los edificios? ¿los carros? ¿las armas?.
Por más que pienso, nada me lleva a negar que es donde debo enfoncar mis esfuerzos, mi propia existencia. No quiero esperar a “tener todo lo necesario” antes de conformar una familia, pues todo lo necesario ya está provisto. mi vida misma es producto de generaciones que no vacilaron en cumplir este Mandato Divino, no los puedo imaginar pensando “cuando vuelva de mi maestría de Europa, consigo un buen empleo, compro casa, carro, y ahí me caso y tengo hijos” ¡bah! ¡los hombres eran hombres! y no los idiotas sociales en que nos hemos convertido, atarugados con comida chatarra, metidos en cajas de cristal cómodas, detrás de un computador y al volante de una “máquina de fabricar estrés” que por sofisticadas y costosas, no han llegado al punto de producir una millonésima parte del calor que hay en un hogar, rico o pobre, pero con la dignidad que solo da servir aL Creador, con amor, abnegación y alegría, pues la premisa básica abunda, la vida allí no es negociada, es algo que viene instalado “de fábrica” en las mentes de esas matronas que saben que su inteligencia sobrepasa gerencias de marketing o doctorados en finanzas. Aquellos hombres, que conocían la tierra y sabían que D-os perfectamente tenía como sustentarlos, pues Dispone de la naturaleza tal cual las necesidades de todos, hoy aun viviendo épocas de prosperidad material, nos estamos dejando cada vez más de ser humanos, pues estamos poniendo en duda un fundamento irrefutable.
viernes, 18 de enero de 2008
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