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> Para Ingrid Betancourt
Veamos, señora Betancourt, me dirijo a usted para decirle que si, que
nos alegramos por su rescate y ví a la Dra Puppy(mi esposa) chillar como
una niña al ver a su señora madre rodilla en tierra rezando y dando
gracias a Dios por su libertad, vale, se le acepta y se le felicita… de
corazón…
Lo que no le acepto ni a usted ni a su familia son esas ínfulas de
europeos, producto del fortuito matrimonio suyo con el señor francés
ese, de no ser por eso, usted sería una colombiana más, igual a la
señora madre del Capitán Guevara… si, la madre de ese mismo mártir de
nuestra patria que se murió secuestrado en la selva, condenado por
cumplir con su deber, esa noble señora a la que le toca subirse a un bus
urbano exponiéndose a que la apuñalen por robarle el marco de la
fotografía de su hijo muerto y que sigue secuestrado…
Sabemos que usted era secuestrada estrato 6, no producto de su
importancia política, que con los meses fue decayendo, usted era una
secuestrada estrato 6 gracias a Francia y gracias a su señora madre.
Francia *no* le salvó la vida, usted fue salvada por un pequeño grupo de
'patirrajados', algunos de ellos que juraron dar su vida al ejercito o a
la policía de Colombia, dar la vida, no por usted, por todos nosotros,
esos héroes anónimos, los que la acompañaron y apoyaron durante su
secuestro y los de la inteligencia militar, si señora, esos que en algún
momento juraron ante Dios y la Patria defender las instituciones y a
Colombia con su propia vida si fuera necesario y que además lo cumplieron.
Mire señora Betancourt, su mamá en medio de su desespero, maltrató a
este país al decir que esperaba más de las FARC que de su patria, esa
señora que se dedicó, apalancada en su doble nacionalidad, a dejar por
el piso europeo el buen nombre de Colombia, esa señora adinerada y de la
alta sociedad quien siempre culpó al gobierno de su secuestro, no
señora, a usted no la secuestró el gobierno como creen los cocainómanos
europeos, la secuestraron sus proveedores de coca, los terroristas de
las Farc.
Si, señora, Uribe no merece las disculpas de su 'mamita querida', las
merecemos los colombianos que de una u otra manera trabajamos todos los
días para que este país no se hunda más de donde la gente de su clase
económica y social lo han hundido…
Y no, no soy de izquierda ni mucho menos, soy uno más, uno que se
levanta enfermo a trabajar duro para poder pagar los servicios públicos
y el colegio de su hija, un colombiano que conoce los Campos Eliseos
gracias a las transmisiones gratuitas de televisión del Tour de Francia,
un colombiano que debe ahorrar todo un año para poder pasar tres días en
un Hotel pequeño en Cartagena, no un colombiano, que como su familia, se
mantienen en hoteles 5 estrellas y apartamentos elegantes fuera del país.
Escuchar hablar a su hermana y a sus hijos de justicia social en
Colombia, desde una costosa heladería a orillas del Rio Sena, recién
'apeados' de los 200 caballos de potencia de un lujoso Citröen no es
creíble.
Le repito, me alegra que haya salido de ese secuestro, la libertad es un
derecho de todos, no solo de las familias con apellidos y dinero como la
suya, pero a un ex soldado como yo le duele mucho ver como usted que
proclama la libertad y la igualdad se sube a un lujoso avión, cruza el
Atlántico y desde el blindaje de los micrófonos en Europa empieza a
decir que se va a quedar allá por seguridad, mientras los verdaderos
héroes de esta patria, llegan después del secuestro a sus casas de
interés social y a medio terminar, intentando recuperar sus familias, a
sus amigos y a buscar el dinero para pagar los servicios y lo del
almuerzo en la tienda de la esquina.
La reto a que hable de igualdad social y política aquí, en su patria
(que al parecer no lo es tanto), esa que, según sus palabras no la salvó
del secuestro, porque según usted fue Francia, cuando ni siquiera sabían
de la operación Jaque, cuando hay indicios que pagaron por usted y la
convirtieron en esa estrella fulgurante, hable aquí en esta patria que
se debate entre la vida y la muerte y que llora la muerte infame del
capitán Guevara, de lo contrario, no venga, quédese en la seguridad de
sus apartamentos lujosos en Europa y láncese a la política allá, hágale
competencia a Sarkozy y espero verla algún día como presidenta del
parlamento europeo, hasta presidenta de Francia, pero no cuente con los
colombianos 'de a pie', que nosotros estamos aquí trabajando muy duro
por este país, no señora no se vaya a confundir, yo detesto a las FARC,
a los paramilitares y a los corruptos por igual, esos terroristas que
nos han hecho daño, respeto profundamente las instituciones en Colombia,
a pesar de los problemas de corrupción, producto de gente tanto o más
ambiciosa que su familia, que le rezaron al que fuese con tal de obtener
sus objetivos.
No venga a nuestra marcha señora Betancourt, tranquilamente quédese
allá, aquí marcharemos con el alma a flote pidiendo por la libertad de
los otros secuestrados, los colombianos de a pie, esos que sacan fiado
el aceite en la tienda de la esquina para poder fritar una salchicha a
la hora del almuerzo, esos que juraron defender la patria y en
cumplimiento de su deber han dado su vida en la selva para que nosotros
podamos ver televisión…
La marcha del 20 de Julio no la necesita, esta marcha necesita valor,
esperanza y fuerza, tranquila señora, descanse que bien merecido lo
tiene, quédese por allá cuidando a su señora madre, quien la necesita
más que nosotros…
-Colombia-